...si un baobab no se coge a tiempo, ya no es posible librarse de éll jamás. Obstruye todo el planeta. Lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demaciado pequeño y los baobabs demaciado grandes, lo hacen estallar.

Si se quiere llegar a se una buena vìctima

es necesario saber de toda la dulzura

que entrelaza al verdugo con la muerte

de la paciencia con que afila su hacha

de la soledad que ilumina su vida

y la de sus inocentes hijos

del esfuerzo que implica portar y levantar el arma

de la sangre que pringa sus pantalones.

Todas estas consideraciones deben estar presentes

en el momento de recoger nuestro pelo sobre la nuca

y poner en sus manos el pescuezo.

Wednesday, December 06, 2006

20 - PN

En estos últimos días he querido muchas cosas escribir, pero no puedo! Los días han sido bastante calientes y me siento un poco solo, supongo. A veces sólo un poco de poesía puede darte algo más en que pensar, a quién le guste. A veces no es que olvide quién soy, es que simplemente hay muchas cosas que me lo recuerdan y me dan paz.

Aquí dejo uno de los mejores poemas de Pablo Neruda, Poema Número 20. Quería subirlo por castpost en la versión piano y voz de AlexUbago, pero:

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Poema Número 20


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Tuesday, December 05, 2006


Diego Medina - Macondo


Supongo que no son muchas las cosas que han pasado
Supongo que ya no tengo ningún motivo para sentarme aquí a escribir algo
Supongo que estoy tan enamorado de mí, que me quedo aquí encerrado
Supongo que estoy entrando al mundo de los otros,
donde se regala ignorancia a cambio de felicidad
aunque esta sólo tenga sabor a fantasía.

Supongo que hay dos clases de gente extraña,
los que lo son por naturaleza y los que juegan a serlo;
Supongo que no sé a cuál de los dos pertenezco,
que nisiquiera sé si estoy entre ellos.

Supongo que es una completa estupidez escribir algo así,
pero también supongo que no me importa.


Castpost está imposible!
Robi Draco Rosa - Llanto Subterráneo