era sueño y añoranza, era escudo y era lanza...
Siempre es reconfortante recordar quién soy, leer un poco de poesía, visitar Tierra Media, escuchar viejas canciones y darme cuenta que a pesar de tantas cosas, de tantas experiencias, de tantos días, sigo siendo yo, mis volcanes y mi flor. Disfrutar con el simple meneo de mi flor al viento, con el simple pasar de la gente, con el despertar de una día tranquilo de sol radiante, con el simple roce del viento, con el vago recuerdo de una sonrisa dada con cariño y una caricia hecha con amor, es algo que me llena de sentimiento, de fuerza y de voluntad; es algo que me permite estirar un poco la mano y sentir esta cápsula que me rodea y que me deja ver el mundo como una cinta de cine, y guardar en el baúl de mi cabeza… tantas conclusiones. Y es que hoy ha sido un día de bonitos recuerdos… despertar en aquella casa inmensa, salir al patio en el que las flores alegres canturreaban el despuntar del día, el árbol de pera que a ratos se convertía en una isla llena de las últimas notas de una encantadora melodía y el sonido constante del agua que cae… la casa de mi abuela Margoth me llenada de tranquilidad, de paz, de vida, pero sobre todo, de amor. En la casa de mi abuela Margoth, descubrí parte de lo que soy y recibí tesoros… JAMÁS Jamás la adormidera del olvido Florecerá en el huerto abandonado Que arrulló nuestro amor, hoy sepultado Cual si fuera un cadáver desprendido En la gran catarata del pasado. No en vano nos amamos… aunque quieras Destruir el recuerdo de esos días. Te condeno a las lentas agonías De un recuerdo voraz… en vano esperas En el olvido hallar tus alegrías. Cuando lees mis poemas y meditas De nuestro amor en la lejana historia Mi recuerdo, cual blancas margaritas, Florece en el jardín de tu memoria, Jardín de flores ya marchitas. Tú llevas mi recuerdo como lleva Sus luces el cucuyo entre la sombra, Sin que a dejarla sin dolor se atreva; Tu voz lejana con pasión me nombra En los levantes de la aurora nueva. Y yo bendigo tu recuerdo santo Porque ya tu divinal encanto No luce para mí sus blancas galas, Pone toques de mi vida en mi quebranto Y nostalgias de vuelos en mis alas. Autor: Camilo Barrera Vargas.
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Comments on "era sueño y añoranza, era escudo y era lanza..."
PRINCIPITO : POSEES UNA SENCIBILIDAD CONTAGIOSA, ESPERO QUE LA VIDA TE SIGA PERMITIENDO DISFRUTAR DE TU FLOR AL VIENTO. SALUDOS Y ME GUSTA MUCHO EL AZUL DE TU PLANTILLA.